Cuándo y cuánto escribir, tomar notas y otras cosas
“Si algo caracteriza un comienzo, todo comienzo, es la dificultad”
Noé Jitrik
Seguramente leíste muchas veces que para empezar a escribir hay que escribir y que siempre hay que llevar con uno algo para anotar. Son consejos odiosos pero son ciertos y efectivos. Creo que la clave está en amigarse con eso. Salir del plano de la fantasía de las cosas que uno escribiría y efectivamente enfrentarse a la pantalla o al papel y ver qué sale.
✍ No llevo conmigo un anotador, tengo el celular. Y la verdad es que ya me resulta natural anotar cosas que a priori pueden parecer superfluas, tontas, vacías de sentido. Hay que anotar sin pensar, sin juzgar. Al principio nada resuena. Las frases, los hechos pasan como el agua de una canilla abierta. Pero es un entrenamiento, como el que quiere dedicarse a la fotografía. No alcanza solo con prestar más atención sino que hay que estar abierta a ver una foto donde otros no la ven. Es lo mismo para escribir. Tenés que estar abierta a escuchar conversaciones ajenas, por ejemplo, a encontrar algo que te llame la atención de las personas, su físico, un movimiento, una actitud, su forma de vestir. Básicamente estoy dando vueltas para decir que es necesario ser observadora y curiosa.
Te tiene que importar porque si no es muy difícil crear algo, un personaje, un conflicto, una historia de fondo. Los personajes surgen a partir de detalles, que no siempre se nos ocurren de la nada, sino que fue a partir de algo que vimos, sentimos, escuchamos. Y te tiene que importar porque si no, qué historia puede salir? Todo sería autobiográfico, que es una posibilidad, pero se agota en un momento.
✍ Entonces, en mi caso, el celular, la aplicación de las notas es mi aliada. A veces he grabado audios también y me sirvió. Me sirvió para escucharme y para elaborar la idea. Cuando hablás en voz alta (lo bueno es que hacés que le hablás a alguien así nadie piensa que estás loca) te das cuenta en el aire lo que no cierra, lo que no sabés cómo resolver. Varias veces me encontré tratando de explicar algo que no tenía sentido. Otras veces me pasó hablando y divagando que encontré la respuesta a eso que no sabía cómo resolver. Es charlar sobre la idea, no escribir dictando por voz.
✍ Cuadernos, lindos, feos, nuevos, viejos, con anillo, block, liso, rayado, lo que quieran. Tengo distintos cuadernos donde fui tomando notas sobre diferentes proyectos. Lo uso más ya como un diario de escritura si se quiere. No soy de poner anotaciones sueltas porque siento que es más fácil perderlas. Sino que voy tratando de elaborar la idea que se me ocurrió, ya sea cuento o novela. A veces uno no sabe de entrada qué va a ser. La hoja te permite justamente expandirte, usar flechas, esquemas, dibujos. Volver a esas notas, leerlas, revisarlas y evaluar si algo de lo que dice ahí sirve para ese momento. Hay notas que seguramente no usé nunca y hay otras de donde han salido muchas cosas.
Si me permitís separar la obra del artista, acá hay un ejemplo de JK Rowling y cómo las notas, los dibujos, mapas, sirven para ir armando un universo, sea fantástico o no.
Vayamos a fuentes importantes porque lo del diario o cuaderno no es nuevo. Julia Cameron, la autora de El camino del artista, propone escribir todos los días apenas te levantás durante treinta minutos sin pensar. Dorothea Brande sugiere algo similar. No importa que tenga sentido, puede ser lo que soñaste, como lo que vas a hacer durante el día, lo que te venga a la cabeza, lo esencial es no frenar. Otros/as han recomendado lo mismo, quizás sin esta limitación de tiempo, dicen que con solo cinco minutos ya es suficiente.
Creo que como todo, hay que probar. ¿Cuál es el objetivo de esto? Generar el hábito. Entonces no tiene que ver tanto con que sea media hora o diez minutos, los siete días o tres de la semana. Lo importante es generar la práctica de la escritura y el punto de escribir cualquier cosa es soltar la mano. Pensá en el baile, la danza. Si vas a clases, a medida que pase el tiempo, si realmente te esforzás, practicás, vas a ir mejorando (no digo llegar a ser Paloma Herrera). Todos somos pata dura las primeras veces, aún quienes bailan bien, y de a poco el cuerpo se va acostumbrando. Si dejás de hacerlo y a los dos meses retomás, vas a encontrar que te duele un poco todo y que hay cosas que te cuesta hacer. Es igual con la escritura. A eso apuntan esos consejos y como todo es muy personal, no puedo decir eso te va a funcionar. Hay gente que prefiere o puede escribir de noche, a la madrugada, a la hora de la siesta. Mientras le cierre, no está mal.
✍ El drive de Google, otro gran aliado. Acá sí ya hablamos de escribir cosas un poco más concretas y mínimamente estructuradas. Pero para no hacer la gran escribo en una hoja y si no me gusta la hago un bollito y la tiro, el drive te salva. Sobre todo porque hay que tener siempre presente esto que dijo Emerson:
“Lo que escribo, mientras lo escribo, parece la cosa más natural del mundo; pero ayer veía una espantosa vacuidad en la misma dirección que hoy veo tantas cosas; y no dudo de que dentro de un mes me preguntaré quién fue el que escribió tantas páginas seguidas” (Emerson).
En definitiva, todo este tema de escribir, ya sea notas para que después sirvan de insumo de un texto, o el texto en sí, tienen que ver con la idea de proceso. Le podemos dedicar otra entrega al proceso, pero ya que estamos, dejame decir que no hay nada más lindo que haber empezado con unos pocos renglones sin sentido y que tiempo y trabajo después, eso se haya convertido en un relato. El punto es no apurarlo y no apurarse. Tarea difícil, lo sé.
“Necesitamos el poder de escribir, pero eso es sólo el principio. También necesitamos la resistencia necesaria para recuperarnos de nuestros percances, y la fuerza para seguir escribiendo más allá de la intención” (Richardson, 2011).
👉Recurso de esta entrega, la charla Ted de Eduardo Sacheri:
👉Ejercicio de esta entrega: contestar las preguntas que hace Sacheri en la charla Ted, van a servir para conocerse más y entender qué buscamos a la hora de escribir.
Espero que te haya gustado esta entrega de chips de escritura. Podés dejar un comentario o compartirla con otras/os.
¡Hasta la próxima!
Daniela.